Biopiratería ¡Entérate de todos los detalles!

A medida que las investigaciones genéticas son más sofisticadas, también aumenta nuestra capacidad de usar plantas y animales para desarrollar nuevos fármacos o modificar cultivos, buscando satisfacer las necesidades de seguridad alimentaria en todo el mundo.

En la mayoría de los casos durante la búsqueda de nuevas fuentes biológicas, los investigadores se basan en el conocimiento tradicional de poblaciones locales sobre las propiedades de una planta, animales o un compuesto químico en particular. La biopiratería hace acto de presencia cuando los investigadores utilizan los conocimientos tradicionales sin permiso, o explotan las culturas de las que están extrayendo información.

También ocurre cuando los investigadores u organizaciones de investigación toman los recursos biológicos sin sanción oficial, en gran parte se da en países menos ricos o personas marginadas. La biopiratería no se limita al desarrollo de fármacos ya que también suele aparecer en contextos agrícolas e industriales.

Un ejemplo claro han sido los productos indios tales como el árbol del neem, el tamarindo, la cúrcuma, y ??el té de Darjeeling que se han patentado por diferentes firmas extranjeras para diversos propósitos lucrativos. En el caso de la cúrcuma fue patenta por la Universidad de Mississippi en 1995, así que no es una práctica moderna ya tiene varios años en acción.

Una palabra menos cargada políticamente para la biopiratería es la bioprospección, está comúnmente utilizada por grupos de investigación que intentan buscar recursos biológicos de una manera legal y respetuosa.

Lamentablemente, no existen muchos ejemplos positivos de bioprospección, ya que idealmente implica consideraciones éticas tales como el consentimiento informado previo, acuerdos de acceso, distribución de beneficios, y acuerdos de transferencia en material antes de que comience la investigación. Las ganancias de cualquier producto comercial deben ir hacia los esfuerzos de conservación locales y la construcción nuevas infraestructuras.

El colonialismo científico

Aunque la biopiratería puede ocurrir dentro de un país con grupos de élite o funcionarios gubernamentales tomando recursos de ciudadanos menos influyentes, tiene más reputación de ocurrir entre diferentes países, incluso acentúa las desigualdades de poder entre países ricos en tecnología y otros con más recursos biológicos.

Históricamente la biopiratería se ha relacionado con el colonialismo, en países anteriormente colonizados, muchos de sus recursos fueron eliminados a la fuerza y si nos detenemos a pensar la pimienta, el azúcar, el café y la quinina tuvieron un impacto significativo en las economías mundiales que perdura en la actualidad con un indudable pasado colonial.

En el fondo de la cuestión está la idea de la propiedad, las patentes y marcas comerciales que son bien defendidas por organizaciones de comercio internacional y grupos multinacionales. Pero para muchos agricultores tradicionales o grupos indígenas, poseer un organismo en constante evolución y cambio es ilógico, al igual que asignar la propiedad a una persona en lugar de una comunidad de usuarios.

Desde 1994, el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio ha obligado a los países miembros de la OMC a elaborar marcos jurídicos para proteger las variedades de recursos vegetales y animales en dos sistemas: uno para los contextos agrícolas y otro para los productos farmacéuticos, químicos, textiles u otros contextos de los productos básicos.

Pero varios países han considerado que esto es contraproducente para proteger sus recursos biológicos. Desde principios del año 2000, muchos gobiernos han modificado sus leyes para proteger sus recursos biológicos, en conformidad con el Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992.

El caso de Quassia Amara

Exactamente lo que puede ser patentado debe delimitarse por cuánto tiempo y por quién, pero difiere entre los marcos legales lo que causa mucha confusión para los investigadores, los gobiernos y los pueblos locales tradicionales.

Recientemente, surgió un caso de biopiratería entre el Instituto Francés de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) y funcionarios locales de la Guayana Francesa, un departamento de ultramar y antigua colonia de Francia, esta disputa ejemplifica varios malentendidos comunes en biopiratería.

Investigadores franceses realizaron entrevistas en la Guayana Francesa para conocer los remedios antipalúdicos locales, esa investigación preliminar fue publicada en 2005, y diez años más tarde, se concedió una patente para un nuevo compuesto de la planta Quassia Amara que tenía propiedades antipalúdicas.

Los investigadores encontraron que el compuesto era efectivo no en las preparaciones tradicionales con la planta de té, sino en los métodos de extracción modernos a base de alcohol.

Así en la tradición científica europea el compuesto no proviene de métodos tradicionales guyaneses, pero fue descubierto por los científicos. Sin embargo, fueron los guianenses locales y su conocimiento vegetal lo que llevó a los científicos a examinar Q. amara y no miles de otras plantas.

De acuerdo con las leyes recientemente implementadas, los acuerdos deberían haber sido hechos antes de que la investigación incluso comenzó. Ahora, la Guayana Francesa y el IRD están entrando en discusiones para formar un acuerdo retroactivo.

El futuro está abierto

No es probable que la biopiratería desaparezca pronto. A medida que el cambio climático amenaza, muchos negocios grandes que apoyan a la biotecnología agrícola e investigadores patentan genes resistentes a la sequía, al calor y salinos de plantas para uso futuro en especies de cultivos.

Para contrarrestar esto, muchos investigadores están intentando recolectar genes y publicarlos en dominios científicos (como el GenBank en línea del NIH o varios bancos de semillas). Al compartir las secuencias genéticas, los científicos pueden evitar que las grandes firmas afirmen la singularidad y la novedad, dos criterios fundamentales para obtener la propiedad intelectual de forma legal.

Si bien las patentes se utilizaron por primera vez para proteger las invenciones y estimular la innovación, muchos activistas contra la biopiratería y algunos círculos académicos y científicos está presionando por cambios en el sistema, ya que ahora se cree que impiden la investigación en muchas áreas importantes, por ahora la cuestión de la biopiratería sigue estancada.

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