17 Oct ¿El Compostaje Tiene Efectos Dañinos En Nuestra Salud?

Con los años han existido preocupaciones en cuanto a la salud de los trabajadores y vecinos relacionados con el compostaje, esto se debe a las partículas suspendidas y emisiones atmosféricas que expide dicho material, como resultado ha habido un flujo constante de estudios para evaluar sus impactos.

Las partículas en suspensión relacionadas con la caída del compostaje se clasifican como bioaerosoles, estas son de origen microbiano, vegetal o animal y también son llamadas polvo orgánico, incluyen bacterias vivas o muertas, hongos, virus, alérgenos, endotoxinas bacterianas (componentes de las membranas celulares de las bacterias negativas), antígenos (moléculas que pueden inducir una respuesta inmune), toxinas (producidas por microorganismos), micotoxinas (toxinas producida por hongos), glucanos (componentes de paredes celulares de muchos patógenos), polen y fibras vegetales entre otros.

Muchos bioaerosoles son liberados o producidos por el proceso de compostaje, sus microorganismos son frecuentemente absorbidos sobre partículas de polvo y serán transportados junto con el mismo, los datos disponibles no son suficientes para determinar si existe una relación entre diferentes materias primas de compostaje y el tipo de concentración emitida por estos. Algunos bioaerosoles son conocidos por causar síntomas y/o enfermedades incluyendo una amplia gama de efectos adversos para la salud en general, los trabajadores y vecinos que presentan una exposición mantenida en el tiempo tienen más sensibilización que el resto y por lo tanto son más propensos a sufrir ciertas patologías.

La variación en la exposición a bioaerosoles en las instalaciones de compostaje es alta, incluso durante períodos de tiempo cortos, las liberaciones intermitentes y cambios en el viento complican el control, diversos estudios muestran que las concentraciones de bioaerosoles a favor del viento de las instalaciones de compostaje al aire libre están elevadas por encima del fondo, a veces a distancias del orden de 200 a 500 metros (650 a 1640 pies), mientras que las concentraciones de aerosoles biológicos en instalaciones de compostaje cerrados son significativamente elevados.

El seguimiento de este fenómeno es un reto, ya que el monitoreo incluye la recolección de muestras de aire que utilizan uno o más tipos de dispositivos de recogida y posterior análisis de muestras de microorganismos seleccionados y no vivos, todos los métodos de vigilancia subestiman concentraciones de bioaerosoles debido a la variabilidad espacial y temporal de las concentraciones en el aire, además de la dificultad de mantener los microorganismos vivos a través del proceso de recolección y las limitaciones de los procesos de detección y enumeración.

Los recuentos de esporas directos proporcionan mejor la estimación de exposición para la irritación y reacciones alérgicas, pero no pueden determinar la viabilidad y por lo tanto el potencial para la infección, este método todavía subestima la exposición a partículas y piezas de bacterias (endotoxina), las esporas y las hifas fúngicas que también pueden producir irritación, alergia y reacciones tóxicas, además los recuentos de esporas directos no pueden distinguir entre algunas especies (tales como Penicillium y Aspergillus), por lo que la exposición es indeterminada, existen otros métodos de análisis de ADN utilizando diferentes tecnologías pero todavía están limitadas en los tipos de organismos que pueden ser identificados.

Los efectos adversos sobre la salud que se han observado son alteraciones respiratorios, irritación de la membrana mucoso, enfermedades de la piel y marcadores que muestran la respuesta del sistema inmunológico, durante un investigación realizada en Estados Unidos se demostró que los residentes cercanos a un centro de compostaje al aire libre presentaron en su mayoría alteraciones respiratorios y problemas de salud en general pero no alergias o enfermedades infecciosas.

Los trabajadores que manejan compostaje en vez de fertilizantes orgánicos o biofertilizantes muestran una respuesta a la exposición elevada de bioaerosoles, a pesar del hecho de que hay un efecto de «trabajador sano» ya que por numerosas razones tienden a ser más saludables por su estilo de vida y alimentación, es indudable que se exponen a cientos de enfermedades por lo general los trabajadores que experimentan efectos adversos buscan empleos en otros lugares para evitar el contagio.

Los efectos agudos y crónicos de salud respiratorios además de  irritación de la membrana mucosa, enfermedades de la piel y los marcadores inflamatorios son elevados en las personas que manejan compostaje con regularidad, mientras más cerrado sea el espacio la probabilidad de sufrir cualquier alteración aumenta exponencialmente, se pueden usar medidas de prevención usando equipo protector como guantes, batas y mascarillas pero esto limita el trabajo del personal, es mejor usar un producto que este comprobado científicamente que no acarrea riesgos en la salud como los mejoradores de suelos que están basados en la biotecnología agrícola.

El proceso para manejar compostaje como tal tiene fases que aumentan las emisiones atmosféricas, un ejemplo de esto es la agitación, encendido y cribado  que producen emisiones fuertes de partículas, algunas prácticas ayudan a reducir su emisión pero no del todo como disminuir al mínimo su agitación, aplicar agua para minimizar el polvo y realizar un seguimiento del viento para evitar la agitación cuando los vientos son propensos a soplar hacia los vecinos.

Una buena gestión de compostaje puede ayudar a minimizar también el olor que para las personas de los alrededores suele ser desagradable, realmente el hedor es causado ??por las emisiones químicas y a pesar que no causa estragos en la salud tiende a generar nauseas, vómitos y mareos en muchas personas causando malestar general, los olores se reducen al mínimo cuando no hay suficiente oxigeno, y este último se controla mejor garantizando un espacio libre mediante el uso de enmiendas como astillas de madera que mejoran la porosidad.

Lo ideal es que los métodos y herramientas utilizados para mejorar la productividad agrícola no tengan efectos negativos en los trabajadores y menos en sus vecinos, la biotecnología en la agricultura busca minimizar los efectos secundarios para el agricultor, personas vecinas y hasta el consumidor, por esta razón cada día se posiciona mejor en el mercado. Busca métodos que no te perjudiquen a ti ni a tú familia, al pasar los años la ciencia nos regala nuevas alternativas que son más sostenibles y no dañan al medio ambiente.