¡Maíz GMO y herbicidas con glifosato causan desequilibrios hormonales!

Los estudios más recientes sobre alimentos genéticamente modificados muestran que su consumo a largo plazo genera cambios drásticos a nivel hormonal, si a esto le sumamos herbicidas con glifosato se podrían desencadenar incluso problemas de infertilidad.

Tanto el estrógeno como la testosterona juegan un papel fundamental en la función reproductiva en hombres y mujeres, y precisamente son las 2 hormonas que se ven afectadas por los GMO.

Un estudio reciente realizado en los Estados Unidos demostró que ratas alimentadas con agua y maíz cultivado con herbicidas en base a glifosato tenían altos niveles de estrógeno, para su sorpresa las ratas también presentaron tumores mamarios enormes, después estas fotos se filtraron y dieron paso a protestas en contra de los GMO en todo el mundo.

Muchos en la comunidad científica se pronunciaron sobre este estudio diciendo que estaba mal hecho, y era necesario hacer más investigaciones relacionando el efecto de los herbicidas y alimentos transgénicos con la salud humana, pero después de seguir la línea de estudio los resultados no cambiaron mucho lo que llevó a la mayor organización sanitaria de los Estados Unidos a publicar advertencias para limitar el consumo de alimentos transgénicos.

Realmente los GMO se han añadido a los suministros de alimentos desde 1994 sólo en U.S.A pero las personas no lo sabían porque no estaban etiquetadas, y todavía esto sucede en muchos países donde no existen entes reguladores, curiosamente el 80% de los alimentos procesados y de preparación rápida contienen GMO porque deben cultivarse rápidamente, como por ejemplo el maíz, algodón y arroz.

La industria de biotecnología agrícola se ha encargado de seguir estudiando el efecto de los alimentos transgénicos en nuestra vida, pero son casi nulos los estudios con humanos y hasta la fecha lo único que se ha confirmado reiteradamente es que dañan algunos órganos en animales limitando su capacidad de reproducción.

Volviendo a los niveles elevados de estrógeno en las ratas, ya sabemos que es una de las principales causas de problemas fértiles incluyendo bajo recuento de espermatozoides, endometriosis, fibromas uterinos, ovarios poliquísticos y trastornos de ovulación, en los últimos dos años, sólo tres estudios han mostrado que el incremento en los niveles de estrógeno hacen que las niñas inicien su pubertad a una edad nunca antes vista.

En Canadá y U.S.A se determinó que el 15% de las niñas iniciaba su pubertad alrededor de los 8 años, aumentando el tamaño de sus senos y la aparición de vello púbico gracias al coctel hormonal interno, realmente la exposición a glifosato, alimentos transgénicos y sustancias que aumentan los niveles de estrógenos de forma antinatural conducen a problemas generalizados en las generaciones futuras.

Los hombres no quedan fuera de todo el problema, la exposición a estos componentes es capaz de alterar la salud de su esperma, su recuento además de la función hepática, y como si el balance hormonal no fuera suficiente las ratas también sufrieron daño hepático y renal.

El hígado y riñones son necesarios para una variedad de funciones corporales incluyendo la metabolización de las hormonas, filtración de las toxinas, regulación de la presión arterial y eliminación de los productos de desecho en el cuerpo entre otros.

Un hecho que pocos toman en cuenta es que muchos de estos alimentos cultivados con herbicidas basados en glifosato, y alimentos modificados genéticamente también son el alimento del ganado, así que su consumo no sólo afecta a los seres humanos sino también a los animales que a veces consumimos como aves de corral, vacas y cerdos.

El glifosato es uno de los herbicidas más utilizados desde hace décadas para matar malezas en hojas anchas y gramíneas que compiten con estos cultivos alimentarios, lo único bueno es que la planta como tal resiste el compuesto químico mientras que las malas hierbas mueren.

Además este herbicida contiene surfactantes similares a los del champú o jabón líquido que usas en la ducha, ¿Imaginas comerlo todos los días? Los tensioactivos están allí para permear la capa externa de las hojas por lo que el glifosato puede ser absorbido en la planta, pero estos han demostrado causar muerte celular dañando la cosecha sin darnos cuenta.

Típicamente una persona que usa surfactantes a través de jabones los utiliza en el exterior del cuerpo donde la piel protege los órganos vitales, pero ¿Qué pasa cuando entran al organismo? El glifosato no está diseñado para ser comido, y aunque la cantidad que llega a nuestra mesa es mínima en la cáscara de los vegetales y frutas a largo del tiempo nos pasará factura.

El conocimiento es poder y si conoces los hechos es más probable que evites las opciones de alimentos poco saludables, la actitud de «no me importa» tiene que parar es hora de preocuparse por tu salud y la de tus hijos, por otro lado es vital aprender a leer las etiquetas con los entes orgánicos de tu país para saber lo que estás comiendo.

Si es posible evita el consumo de alimentos procesados ??en cajas que contengan jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar procesada, aceite de soja, aceite de semilla de algodón, aceite de canola o sabores artificiales.

¿Cuáles son los alimentos transgénicos más cultivados?

Maíz.
Soja.
Remolacha.
Canola.
Semilla de algodón.
Alfalfa.
Patata.
Radicchio.
Papaya.

Es importante saber que algunos alimentos retienen partículas de glifosato fácilmente en su cáscara, y a pesar de lavarla en casa al momento de comerla es posible que lleguen restos hasta el intestino incidiendo en funciones intrínsecas, para evitar este problema es importante conocer cuáles son estos alimentos para retirar completamente su piel o comprarlos en granjas orgánicas, a continuación te dejamos algunos de ellos:

Apio.
Pimientos dulces.
Melocotones.
Manzanas.
Guindas.
Uvas.
Nectarinas.
Peras.
Papas.
Fresas.
Frambuesas.
Maíz.
Espinacas.
Soja.

La agricultura no necesita más químico, sino más bien bacterias agrícolas y el acompañamiento en sus procesos naturales.

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